La masía debe su nombre a que fué construida en los años 30  por el banquero turolense FRANCISCO GARZARAN Y SU MUJER FELISA.

Posteriormente la masía   la usaban como casa de veraneo, quedando finalmente en desuso.

En los últimos años la hemos rehabilitado respetando la mayoria de la estructura: escalera imperial, plantas-forjados, y salones.